Nosotros en la noche, de Kent Haruf

Kent Haruf no fue un autor prolífico. En toda su carrera literaria publicó seis novelas, un ensayo sobre el hecho de escribir (The Making of a Writer, 2014) en la prestigiosa revista literaria Granta Magazine y una colaboración con el fotógrafo Peter Brown (West of Last Change, 2008). De las seis novelas, las cuatro últimas han sido traducidas al castellano y todas transcurren en el pueblo imaginario de Holt, Colorado. De las tres que constituyen la Trilogía de Holt hablé no hace mucho (17/11/2019); la última en aparecer fue Nosotros en la noche (2015) y la terminó de escribir pocos meses antes de morir el 30 de noviembre de 2014 de una enfermedad pulmonar.

En Nosotros en la noche (Our Soults at Night), Haruf, como ya hizo en Bendición (2013), trabaja con personajes que están en la etapa de la vejez, como él mismo, personajes con los que se puede identificar y hacerlos hablar con conocimiento de causa de las emociones y los sentimientos que abrigan, de las preocupaciones y, sobre todo, de este lugar común al alcanzar una edad avanzada que es la revisión del pasado. Addie Moore y Louis Waters son vecinos y viven solos, ambos han perdido las respectivas parejas matrimoniales y ocupan una de aquellas casas unifamiliares con un poco de jardín y garaje típicas de Holt. Un día Addie decide que está harta de pasar las noches sola y va a visitar a Louis para preguntarle si quiere ir a pasarlas con ella, a hacerle compañía, de hecho, a hacérsela los dos; no le plantea sexo, el sexo no tiene nada que ver, solo le propone tumbarse en la cama el uno al lado del otro y hablar. Louis duda, pero al final acepta. Y aquí comienza la historia.

De nuevo, con su estilo desnudo, en el que la descripción es la imprescindible para que el lector sitúe a los personajes en un escenario y la creación literaria se limita a plantear situaciones y a hacer hablar a sus protagonistas, Haruf nos enfrenta al hecho de vivir. Con diálogos sencillos sobre cosas cotidianas, recuerdos y problemas del presente, porque a pesar de la edad, los problemas nunca faltan, Addie y Louis se van descubriendo el uno al otro y al lector. Lo que empieza siendo un simple remedio contra la soledad no deseada por parte de Addie se convierte en una amistad, que, a medida que avanza, se tranforma en un sentimiento más intenso.

La soledad no deseada es un problema que suele ir asociado a la vejez y que a menudo desemboca en un trastorno depresivo que acelera aún más la pérdida de facultades y la autoestima. En Cataluña hay más de 300.000 personas de más de 65 años que viven solas, de las que unas 175.000 confiesan que lo hacen porque no tienen otra opción, y esto les crea ansiedad y tristeza. Son datos de la Fundació Amics de la Gent Gran. Encuentro que la iniciativa de Addie, de revelase contra su situación personal y atreverse a formular una proposición insólita a Louis, en un pueblo como Holt, donde todo el mundo se conoce, es de gran valentía  y muestra el grado de desesperación al que puede conducir la soledad. Por otro lado, lo que viene después de esta acción temeraria es una demostración de que a los setenta años la vida no está acabada y aún nos puede proporcionar vivencias estimulantes.

En el año 2017 el cineasta indio Ritesh Batra llevó a la pantalla una adaptación cinematográfica de la novela con dos ancianos glamurosos como protagonistas: Jane Fonda y Robert Redford. No he visto la película, pero estoy convencido de que ambos actores son capaces de encarnar Addie y Louis con la misma ternura, honestidad y sabiduría vital que tienen los personajes de Haruf.